sábado, 4 de octubre de 2008

El progreso científico y la deshumanización de la sociedad.

El progreso científico y la deshumanización de la sociedad. ¡Animus meminisse horret! (¡Mi alma se horroriza al recordarlo!) Esta frase latina es colocada por Virgilio en boca de Eneas al narrar los trágicos sucesos de la guerra de Troya. Es así como observo también el luctuoso devenir de la historia a lo largo de estos últimos cien años. Podemos colegir que el discurso científico ha logrado consolidarse en las diferentes esferas del aparato estatal y en la estructura sistémica de las diferentes organizaciones e instituciones sociales. Sin embargo, esta expansión de los códigos científicos ha originado un sinnúmero de problemas para la humanidad. A fines del siglo decimonónico las sociedades europeas eran conscientes de los niveles de depredación en los que recaía su aparato industrial. El imperialismo hizo suyas las comunidades de investigación científica en las universidades de avanzada. De este modo se proveyó de un ‘think tank’ capaz de elaborar los productos científicos necesarios para movilizar la tecnología nacional. La creciente demanda de un sistema industrial más flexible y menos costoso repercutió en el recrudecimiento de la crisis social, luego de generarse focos inmensos de desocupación y pobreza económica, tras los despidos masivos y la explotación inhumana. Tanto el modelo imperialista tylorista o fondista no eran sino el verdadero rostro del capitalismo salvaje donde la prioridad siempre fueron los beneficios económicos de un pequeño grupo de empresas transnacionales. Pero el siglo XX no hizo sino recrudecer y expandir aún más los conflictos de interés entre los Estados imperialistas. Así mismo, la ciencia y la tecnología tuvieron su punto culminante durante la II Guerra Mundial. Terminada la cruenta guerra pudimos comprender el significado de la sinrazón y la intolerancia. Theodor Adorno nos llegó a decir que luego de la masacre en Auschwitz era imposible hacer más ciencia, arte, y filosofía. Compartimos con Adorno la indignación de un ser humano por los sangrientos sucesos acaecidos no sólo en los campos de concentración de las hordas nazis sino también en los diferentes espacios donde se expandió el terror como Stalingrado e Hiroshima, sin embargo, esta crítica no nos puede paralizar en el ejercicio continuo del quehacer científico. Es cierto que la humanidad ha llegado a un punto sin retorno debido a la deshumanización de la sociedad como producto no sólo de los avatares de la ciencia, sino también debido al manejo político del conocimiento y la tecnología. Urge entonces un cambio global para el progreso humano de toda la sociedad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo creo que el avance de la ciencia no conduce de ninguna manera a la deshumanización, ya que, por ejemplo, la guerra y las masacres que se dieron (y se dan) son por el mal uso de la tecnología en forma de armas y demás y no por el avance mismo. Si miramos el antiguo Egipto o Roma, las guerras ya existían, no habían tantos muertos quizás ya que no existían bombas nuecleares por ejemplo. El tema del imperialismo y del aprovechamiento de la tecnología para producir cada día mas y ganar mas dinero es, de igual manera, un mal uso de la ciencia y la tecnología. En resumen, somos los humanos que no sabemos usar la tecnología en ciertas ocasiones. Juan.