lunes, 26 de julio de 2010

Resumen acerca de las ideas vertidas por el profesor Sigfredo Chiroque durante su conferencia del 5 de mayo de 2010.

Lima-Perú. adelantecronopio@hotmail.com http://cronopiocortazar.blogspot.com El profesor Sigfredo Chiroque inició su conferencia manifestando con crudeza una verdad monda y lironda, que la crisis de la educación peruana sigue siendo un problema vigente. Desde su perspectiva esta crisis involucra no sólo los factores pedagógicos y metodológicos, sino sobre todo los económicos, sociales y políticos. Así, el autor nos plantea que la educación peruana ha pasado por dos reformas clave en el proceso de su desarrollo histórico. En primer lugar se halla la reforma educativa establecida por el gobierno militar en la década del 70. El régimen castrense trató de ajustar un modelo educativo progresista a la sociedad capitalista, bajo las directrices de un esquema económico promotor de la industria y la producción nacional. En segundo lugar, ya en la década de los 90, encontramos las reformas educativas neoliberales, donde priman los dogmatismos económicos de derecha. Se observa una manifiesta mercantilización del servicio educativo. Esta contraposición de los discursos pedagógicos nos presenta también una oposición respecto de las visiones prospectivas del accionar instructivo de los agentes sociales. Por ello, en el marco del velasquismo nacionalista las personas “se educan para trabajar”. Es decir, que la enseñanza superior es una fase dentro del proceso productivo para viabilizar la facticidad del trabajo. Muy por el contrario, en la actualidad, en la dinámica del neoliberalismo, las personas “se educan para obtener los cartones y reconocimientos” que los hagan empleables con miras de obtener la posibilidad de desempeñarse en un trabajo. De este modo hallamos una distinción ideológica muy nítida entre ambas reformas. En la sistematicidad del gobierno militar el programa político del establishment se encarga de resolver el problema del empleo; mientras que en el modelo neoliberal el individuo genera sus propias oportunidades de trabajo sin el amparo del aparato estatal. El conferencista puso una pica en Flandes al afirmar que los “grandes logros” de los cuales nos hablan los neoliberales son tan sólo espejismos de una realidad envilecida por la crematística. Verbigracia, en el campo educativo la mentada cobertura total no es más que un refrito sin sentido. De otro lado, la calidad total es un buen negocio para impulsar la venta de libros de autoayuda, más que nada. En cuanto a la pertinencia, no resulta siendo tal pues no existe un engranaje entre la educación y la pluriculturalidad de nuestra nación. Y, en lo referente a la equidad las cifras nos muestran aún una férrea presencia de la pobreza, tanto urbana como rural.