viernes, 26 de diciembre de 2014

El despertar de una nueva generación


La rebeldía es innata en la juventud. Lo supe el día que retruqué con sólidos argumentos la disciplina espartana del director de mi colegio. Se me acusaba sin pruebas por una travesura jamás ejecutada por mi persona. Me defendí sólo con la verdad, pero al director le pareció una insolencia el no quedarme callado. Al final entró en razón y mi breve alegato me permitió salir del entuerto.
Ante cualquier acto de injusticia, por muy pequeño que sea, es preferible no callarse y manifestar nuestro punto de vista, ya sea a través del verbo o por medio de la acción directa en las calles. Como lo que ocurre en la actualidad con los jóvenes que nos manifestamos en contra del gobierno debido a la imposición de la Ley 30288, una norma que no busca la defensa y el amparo de los derechos constitucionales de todo trabajador peruano, sino mas bien genera una violenta precarización de los mismos.