viernes, 7 de octubre de 2011

El mito desde la perspectiva de Robin George Collingwood.

Lima-Perú. adelantecronopio@hotmail.com http://cronopiocortazar.blogspot.com http://cronopiocortazar.lamula.pe/ 07 de octubre de 2011. Según el historiador y filósofo inglés Robin George Collingwood el mito se enmarca dentro de un tiempo hierofánico o sagrado. De este modo, el mito logra posicionarse a través del tiempo debido a la periódica repetición de los ritos, los cuales son el signo de renovación y de reflorecimiento del tiempo sagrado. Esta dinámica viabiliza la concreción de los ideales que refuerzan la tradición con miras de hilvanar la solidaridad entre los miembros de una comunidad. Así mismo, la creación de personajes legendarios (paradigmas y símbolos de heroica y correcta conducta) como el rey Arturo en Inglaterra o Eneas en la obra de Virgilio son construcciones que nacen del imaginario popular con el objetivo de acendrar y afiatar las tradiciones propias de ese pueblo, en el devenir del tiempo profano y el tiempo sagrado. Ahora bien, la singularidad de lo mítico es que remite a los creyentes a un tiempo originario, es decir al tiempo en el que se da comienzo al cosmos. Es un retorno a los fundamentos de la existencia, no sólo humana sino también universal. Así mismo, a través de los rituales el mito permite un vuelco directo hacia el génesis de la totalidad. Empero, el dinamismo deconstructivo y constructivo del mito no es una entelequia individualista, es más bien un discurso colectivo surgido a partir de las relaciones sociales tanto pacíficas como conflictuales. Los rituales expresan esa ontología gregaria y prospectiva adscrita a la consubstancialidad del mito. De este modo, el accionar humano de la sinergia social diluye temporalmente las jerarquías, las clases y los compromisos ideológicos. En el tracto sagrado se aúnan las voluntades para la pervivencia de las mores como correlato de la integración humana. Desde esta perspectiva hierofánica se construyen lentamente las cosmovisiones de lo humano en sociedad con miras de consolidar el ideal solidario de la felicidad conjunta.

viernes, 16 de septiembre de 2011

La utopía andina de Alberto Flores Galindo.

Lima-Perú. adelantecronopio@hotmail.com http://cronopiocortazar.blogspot.com http://cronopiocortazar.lamula.pe/ 16 de setiembre de 2011. Alberto Flores Galindo es quizá uno de los últimos intelectuales que en vida estudió con rigurosidad el trabajo de José Carlos Mariátegui. Sus aportes han sido claves para comprender de un modo prospectivo la obra del Amauta en las dehesas de las ciencias sociales. Sin lugar a dudas que sus trabajos también han posibilitado redescubrir la realidad andina. Tito Flores Galindo puso de manifiesto aquello que Sinesio López denominó con buen criterio: la historia contada desde abajo o escrita desde la posición del vencido. En ese orden de ideas, existe una línea matriz que une los procesos histórico-sociales de la década del cincuenta y el choque cultural acaecido en el siglo XVI. La comunidad indígena ostenta un proyecto colectivo a futuro. Una utopía andina recorre la estructura del discurso indígena, lo mismo que los proyectos políticos y las prácticas sociales y culturales de los posicionados sectores cholos. Ahora bien, en el sentir de Alberto Flores Galindo, la utopía andina es una síntesis histórica del papel político de las masas indígenas en la búsqueda del ideal solidario de la patria grande para todos los peruanos. Estos ideales no son excluyentes ya que reconocen los aportes de los diferentes grupos sociales, empero le otorgan un peso específico capital a la especificidad cultural de los grandes sectores de abajo. Entonces, la construcción de nuestra identidad nacional debe tener como eje de transformación material y espiritual los discursos teleológicos de la utopía andina.

domingo, 11 de septiembre de 2011

La corrupción patrimonialista en la sistematicidad jurídico-política de la naciente república peruana.

Lima-Perú. http://cronopiocortazar.blogspot.com 11 de setiembre de 2011. Desde su irrupción en el escenario de la historia nuestra República siempre ha ostentado la catilinaria de ser, en el sentir de Julio Cotler, un país eminentemente patrimonialista. Por ello, la razón esencial del establishment para imponerse y consolidarse en el tiempo tuvo como base las redes de control político y económico tejidas a partir de los códigos de un patrimonialismo a ultranza entre los miembros de la rancia elite oligárquica. Ahora, en los albores de la República los sectores castrenses fueron más bien quienes se arrogaron el rol protagónico en la toma de decisiones para el surgimiento del nuevo Estado. Empero, las perspectivas de este sector importante de la sociedad eran demasiado cortoplacistas, lo cual desembocó en una larga guerra entre diferentes bandos liderados por caudillos termocéfalos. La naciente República se convertía así en una suerte de Estado-botín con miras de posicionar los intereses de los nuevos resortes del poder. De esta manera, el patrimonialismo responde a los vaivenes de la estructura de poder criolla. La dinámica del mismo logra construir un complejo entramado de sistemas y subsistemas que fortalecen el andamiaje estatal. Así, se viabilizó el control ideológico sobre los nuevos ciudadanos. Este engranaje sistémico mutará con el tiempo, pero sus estructuras seguirán siendo las mismas. El inmarcesible endurecimiento del apparatchik criollo se debió también a sus estrechos vínculos con los intereses del capital extranjero; y, como resultado de la corrupción partidaria en la dinámica de un clientelaje focalizado principalmente en las esferas de la institucionalidad jurídico-política. De este modo, la sobrevivencia del Estado republicano halla sus raíces en el discurso y en la praxis del controvertido patrimonialismo.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

La trascendental obra del padre Gustavo Gutiérrez.

Lima-Perú. adelantecronopio@hotmail.com http://cronopiocortazar.blogspot.com http://cronopiocortazar.lamula.pe/ 07 de setiembre de 2011. La obra del padre Gustavo Gutiérrez ha sido y seguirá siendo uno de los mayores aportes para el análisis histórico-social y político de nuestro país. Sus bases teóricas se hallan circunscritas a los cambios que se suscitaron no sólo en la comunidad religiosa, sino también como producto de las transformaciones acaecidas en las esferas discursivas de las diversas disciplinas y ciencias. Ahora bien, los modestos y casi imperceptibles procesos de reforma en la iglesia católica son de larga data. Pero sin duda, el de mayor impacto ha sido el acontecido a mediados del siglo XX. Ello aunado principalmente a la agitación constante de un grueso sector de la sociedad. Así mismo, los movimientos políticos de izquierda a nivel global contribuyeron también a un recambio en los dogmas estanco del establishment purpurado. De este modo, mutatis mutandis era ipso facto el portaestandarte del clero en la década del sesenta. El Concilio Vaticano II evidenció este espíritu reformista, y hasta cierto punto auspiciosamente progresista. En ese contexto la obra del padre Gustavo Gutiérrez significó una nueva lectura de la sociedad peruana a partir de las palabras de Jesucristo, y utilizando como metodología científica el materialismo dialéctico. En esa dinámica, la teología de la liberación propone entonces una transformación necesaria de las estructuras económico-sociales. Se denuncia al mismo tiempo el carácter semicolonial de la sistematicidad estatal. Y, se afianza una relación más estrecha con los sectores menos favorecidos por el rampante crecimiento de la economía a escala mundial. A su vez se posiciona la tesis política del desarrollo autónomo con miras de garantizar el progreso de los pueblos. Como correlato de la eclosión de estos ideales, el evangelio se constituye en fuente inagotable no sólo para la liberación espiritual, sino también como herramienta para la transformación social.

jueves, 25 de agosto de 2011

Filosofar científicamente y encarar la ciencia filosóficamente

Lima-Perú. adelantecronopio@hotmail.com http://cronopiocortazar.blogspot.com 25 de agosto de 2011. Respecto del filosofar científicamente y encarar la ciencia filosóficamente, Mario Bunge nos hace aquí un recuento de la crítica situación en que se halla Latinoamérica en el campo del desarrollo y del estudio de la actividad epistemológica. Como causas de este valetudinario estado en el que se encuentran tanto la ciencia como los estudios epistemológicos en nuestros países, Bunge menciona que, ni los gobiernos ni los propios científicos latinoamericanos han tomado en cuenta la importancia vital del análisis deconstructivo de la ciencia. Es así que muchos científicos desconocen por ejemplo los pormenores acerca del verdadero trabajo de un epistemólogo, en suma agente de cambio de las estructuras funcionales de un sistema teórico racional. Por ello, desde la perspectiva de Bunge, el nivel de desarrollo científico en Latinoamérica es muy deplorable. Como correlato de este escenario existe también un déficit alarmante de científicos. Esto nos recuerda incluso el contexto del oscurantismo medieval, debido sobre todo al desborde de profesiones eminentemente burocráticas. Con lo cual volvemos a ubicarnos en el debate que a inicios del siglo XX instauró el profesor sanmarquino Manuel Vicente Villarán respecto de la necesidad de fortalecer y posicionar las profesiones más vinculadas a las ciencias naturales y las ingenierías, bajo la poderosa influencia del positivismo. Otro punto que aborda Bunge es el referido al de las disciplinas contiguas al accionar de la epistemología. Así, el filósofo argentino define a ésta como lógica de la ciencia, es decir como análisis sintáctico y semántico del lenguaje científico. En esa dinámica, tanto la lógica como la semiótica se constituyen en herramientas cardinales para el análisis conceptual de las categorías ontológicas y sistémicas del epistemólogo. Así mismo, la historia de la filosofía es otra disciplina clave para comprender (Verstehen) el desarrollo del pensamiento humano. La epistemología se nutre de esta disciplina tomando en cuenta todos los puntos de vista filosóficos a través del tiempo, privilegiando aquellos que se acerquen en mayor medida a su campo de estudio científico particular. Destacan también otras disciplinas que le otorgan soporte sistémico a la epistemología como la psicología y la sociología de la ciencia. Punto neurálgico lo constituye la relación entre las ciencias y las denominadas humanidades. Mario Bunge afirma que no existe el tan mentado antagonismo entre ambas. Los espacios de acción de cada una de ellas permiten un adecuado contacto de programas y conocimientos. Por ende, es notoria la relación de complementariedad, a pesar del paulatino desplazamiento de las humanidades. Sin duda alguna, nos dice Mario Bunge, el quehacer del epistemólogo trae consigo muchos beneficios, especialmente para su propia labor, lo cual implica una expansión de los saberes y una concreción mayor de la sistematicidad teorética. Y en relación a la esfera de acción del científico, la epistemología contribuye a que ésta no sea prisionera de una filosofía incoherente y adoptada inconscientemente. Lo cual implica que tendrá un mayor entendimiento de los conceptos que se organizan y estructuran en el andamiaje de la ciencia. Explicará también coherentemente sus hipótesis; sistematizará mejor sus ideas; analizará con objetividad y comprenderá el dinamismo necesario e histórico de la ciencia.

sábado, 7 de mayo de 2011

Necropsia de un fujimorismo corrupto y criminal

Lima-Perú. adelantecronopio@hotmail.com http://cronopiocortazar.blogspot.com 07 de mayo de 2011. Hace buen tiempo que no volvía a César Lombroso para explicarme algunos puntos referidos a la teoría positivista del crimen. El motivo de mi retorno al discurso del profesor italiano obedece al debate de la coyuntura electoral en torno al dizque errado aserto de vincular el pasado funesto del fujimontesinismo con las posibilidades de un “buen” gobierno bajo la presidencia de la hija del dictador de los noventa. Es cierto que las afirmaciones del criminólogo de Turín están ya fuera de contexto. A guisa de ello, no existen aún pruebas irrefutables acerca del delincuente nato. Por tanto, no podríamos colegir tampoco que los genes de un padre criminal sean fácilmente transferibles a la carga genética de la hija. Por lo demás, esto está fuera de discusión. Lo que sí entra de lleno en el debate es la metástasis funcional del sistema corrupto de los años noventa que nuevamente irrumpe en el escenario político, no con la templanza y la vergüenza del arrepentido, sino más bien con la virulencia de un tozudo energúmeno, siempre al punto de despreciar las normas constitucionales y los principios jurídicos vinculados principalmente al tema de derechos humanos. Es ese el quid del asunto. No es tanto un problema de herencia biológica de caracteres, sino más bien la existencia de un grupo humano, bueno eso dicen ser, los que como primafásicos comechados desean alimentarse nuevamente de la pobreza, y porque no decirlo también de las riquezas de la mayoría de peruanos. Ahora, se juzga con acertada acritud la praxis de un fujimontesinismo consubstancialmente corrupto y criminal; porque con los ladrones y galifardos no puede haber concesión alguna, tan sólo la reclusión carcelaria ipso facto. Así, son los badulaques que se nutrieron de los manuales de economía de Boloña quienes hoy intentan dar clases de desarrollo sostenible y redistribución de la riqueza. Para estos indeseables la única fórmula que viabilice el crecimiento es la ciega apuesta por los dinámicos desequilibrios del mercado. Del mismo modo, los archipámpanos también han regresado, y con la pata en alto, dispuestos a ganarse el puestito en la administración de un podrido fujimontesinismo. Por último se hallan los torvos galifardos, la fuerza de choque de la mafia. Son los Tontons Macoutes del dictador. Los discursos flamígeros de esta horda siempre ensayan en los medios de comunicación genuflexos un circunloquio lleno de bravatas como la expresada por una ex congresista y frustrada candidata presidencial quien no dudó en amenazar a la máxima autoridad del Poder Judicial. En esencia es este el verdadero rostro del fujimontesinismo, el de la trapaza y el achoramiento. Nada ha cambiado en la caracterología política de esta red mafiosa. Sigue siendo una yakuza feroz que dosifica adecuadamente sus discursos. Para las élites prioriza los paradigmas ortodoxos del mercado, añadiéndole una cuota de control social sobre las expectativas de los sectores mayoritarios. De otro lado, su relación con la clase media es siempre proteica. Al contrario de su sinergia casi natural con los grupos más recalcitrantes y termocéfalos de la derecha peruana; con los sectores medios prima más bien un doble discurso tendiente a flexibilizar los espacios de acción de la protesta civil. Un meridiano ejemplo que advera esta última afirmación sigue siendo el proceso y destrucción de los principales sindicatos y gremios de trabajadores en la década de los noventa. Qué duda cabe, el fujimontesinismo hizo trizas todas las herramientas políticas de la ciudadanía con el objetivo de neutralizar los diferentes movimientos sociales. Por ello privilegió decididamente sus nexos con una parte importante de las clases populares. En suma, desplegó el ejercicio de un asistencialismo retrechero tendiente a liquidar cualquier vestigio de descontento e insatisfacción social. Se logró así lo que Michel Foucault denomina la disciplina de los cuerpos, y también de las mentes. La lobotomía cerebral de buena parte de la ciudadanía se materializó a través de la puesta en marcha de un programa político-ideológico de derecha lumpen. De esta forma se aniquiló la funcionalidad democrática de la prensa para convertirla en una herramienta de control y direccionamiento social. Toda la maquinaria de la dictadura fujimontesinista apuntó siempre al rol preponderante de los medios de comunicación. En esa dinámica se hallan también hoy algunos de los periódicos y canales de televisión adictos al palo y la zanahoria. Así mismo, la telebasura sigue siendo un mecanismo de control casi recurrente para viabilizar los programas políticos del establishment autoritario. Es este el torvo y fidedigno semblante del fujimontesinismo. Es la faz, hedionda y única, que muchos intentan escamotear con miras de salvaguardar intereses subalternos. Es un cáncer que se halla en metástasis donde incluso los sombríos representantes de la Iglesia han logrado acoplarlo con agrado. No fue acaso un purpurado que hoy regenta la catedral de Lima quien se zurró en los derechos humanos, además de desgañitar sus sermones a favor del dictador genocida. Es entonces un fujimontesinismo de malas artes, soberbio y envalentonado cuando se encienden los micrófonos de las geishas; marrullero, corrupto, achorado, chusco y criminal.

lunes, 11 de abril de 2011

Perú 10 de abril de 2011 ¡Qui aures audiendi, audiat! ¡Quién tenga oídos para oír, que oiga!

Lima-Perú. adelantecronopio@hotmail.com http://cronopiocortazar.blogspot.com 11 de abril de 2011. ¡Qui aures audiendi, audiat! ¡Quién tenga oídos para oír, que oiga! Tras la publicación de los últimos resultados al 88.132% de las actas contabilizadas en el marco de la elección presidencial del día de ayer en el Perú, es menester realizar un meridiano análisis respecto de algunos referentes históricos que nos deja esta justa electoral. Intertextualizando una frase latina podemos decir a ciencia cierta que quién tiene oídos para oír, pues que oiga. Qué duda cabe, tomando incluso una jingle de PPK, la calle ha hablado. No es quizá la voz de la calle de las Pizzas, ni mucho menos son los estertores del boulevard de Asia; son más bien los desgañitados vozarrones de grandes sectores de la población que desde hace más de treinta años vienen engrosando las filas del otro Perú, como acertadamente dijera el reputado antropólogo José Matos Mar. Las elecciones del 10 de abril nos dejan como resultado una abierta exigencia de la mayoría de la población respecto de cambios urgentes y necesarios en las estructuras de la economía y en la sistematicidad orgánica de lo político. Queda claro también que los sectores que concentran la riqueza a niveles astronómicos apostaron por la estabilidad, lo cual no sólo implica para ellos, en el sentido estricto del semema, una beligerante defensa del modelo neoliberal, sino también un agresivo accionar con miras de frenar cualquier intento de transformación de las redes de corrupción y clientelaje que alimentan la política conservadora y pragmática al servicio del mercado. Por ello, la derecha apostó sin miramientos a un abanico de posibilidades tendientes al centro del espectro como jugada política de viejo cuño liberal. Pero, sin duda patinaron primero con Mercedes Araoz la viva representación del continuismo valetudinario de un aprismo a leguas liliputiense. Luego perfilaron a Castañeda Lossio. Empero, el ensoberbecido carácter del ex alcalde y sus arrebatos de seguro sucesor del aprismo no le alcanzaron para sostenerse en el tiempo. Los escándalos de Comunicore y uno que otro dislate antifeminista no hicieron sino mellar su endeble candidatura. Ahora, desde las épocas en que sonaba con fuerza esa horrísona palabreja publicitada como chorreo los resortes del poder económico siempre vieron a Alejandro Toledo como su hombre en Washington. Sin embargo, el toledismo también tambaleó, sobre todo por los desvaríos de su líder quien no supo manejar como un cazurro estadista los vaivenes de una campaña por demás agresiva. A guisa de lo anterior, las candidaturas de la hija del dictador de los noventa y de PPK revisten sin duda un matiz algo diferente pero para nada novedoso. En primer lugar, los bolsones de la hija del dictador se hallan en los sectores abiertamente autoritarios. No sólo recibe el apoyo de buena parte de las poblaciones golpeadas por la pobreza, sino que también se hallan aupados a su proyecto de naranjas mecánicas, de ultraviolencia al estilo de Alex y sus drugos, los grupos de mayor calado fascista y antidemocrático de élite. Así mismo, la candidatura de PPK representa la inserción de los jóvenes acomodados y parte de la clase media emergente en la política. Empero, son los mismos jóvenes que piensan como paquidérmicos banqueros. Todo el poder para el poder. Son los hijos de los jóvenes que apoyaron a Vargas Llosa en el 90 y son los hermanos menores de los estudiantes que defendieron los fueros del Tribunal Constitucional en 1997. Ha habido ciertos cambios, pero en esencia sigue siendo una juventud anclada en la modorra del ciberespacio como soporte para el crecimiento, no sólo de sus redes sociales, sino también como palmaria evidencia del in crescendo de sus cuentas bancarias. Bien por ellos. Y a todo esto, es bueno mencionar que las ciencias sociales jamás serán el deleite de los pitonisos. Buen día profesor Cotler. De otro lado, un caso singular es el de Ollanta Humala. Un vendaval de ilusiones para muchos y un arrendajo de miedos para otros. Las cifras son contundentes y esto debería ser evaluado con cabeza fría por los miembros de la Confiep y por los diferentes grupos empresariales, así como por los partidos políticos. Si tienen oídos para oír, pues que oigan. El 31.555% de los electores que optaron por la candidatura del líder nacionalista merecen ser escuchados. Ahora, el proyecto de Ollanta es atrevido, pero demanda demasiados esfuerzos por parte de un sinnúmero de actores no sólo políticos, sino también institucionales, públicos, privados, sociales y culturales del país. Por ello, se hace necesario dinamizar los procesos en la búsqueda de los consensos tendientes a tender puentes para arribar a decisiones concretas que viabilicen los proyectos para el desarrollo de las poblaciones más golpeadas por la pobreza. Finalmente, debemos mencionar que los grandes perdedores de estas elecciones son algunos ex congresistas que se sentían grandes pachás o lusos adelantados con patente de corso para manipular el sentir de la población. Gracias a Dios que buena parte de estos indeseables no lograron siquiera pasar la valla electoral. En contraposición con esto el gran ganador de estas justas ha sido sin lugar a dudas el pueblo peruano quien nuevamente en más de diez años de democracia ha concurrido a las urnas a votar libremente por el candidato de su preferencia. Qué duda cabe ¡Qui aures audiendi, audiat! ¡Quién tenga oídos para oír, que oiga!

viernes, 18 de marzo de 2011

jueves, 10 de marzo de 2011

Los coletazos del neoliberalismo.

Lima-Perú. adelantecronopio@hotmail.com http://cronopiocortazar.blogspot.com http://cronopiocortazar.lamula.pe/ La denuncia pública respecto de la venta sobrevalorada de libros en diferentes colegios de la capital nos lleva nuevamente a un lugar común en el debate: ¿Son las fuerzas de la oferta y la demanda, como afirmaba Von Mises, las que deciden los mejores precios en el mercado? ¿Son acaso los ocultos designios de la mano invisible los agentes decisorios de una compra-venta? O es acaso, como bien han dicho los economistas de la escuela heterodoxa, que las inequidades del mercado desencadenan las desigualdades en la redistribución de la riqueza. Es entonces la regulación la mejor receta antes que el descontrol. La polémica involucra múltiples escenarios y un sinnúmero de espacios de acción. En buena cuenta los únicos beneficiarios de este devenir discursivo son tan sólo las empresas transnacionales, quienes qué duda cabe se han fortalecido aún más. A guisa de estas ideas tomemos como filón la reciente publicación de la revista Forbes donde se sindica al mexicano Carlos Slim como el hombre más rico del planeta. Una fortuna de setentaicuatro mil millones de dólares en una nación golpeada por la corrupción, la violencia y la pobreza. Ahora, en relación a las editoriales y a esta infame venta de libros inflados no es sino la muestra palpable de que el neoliberalismo sigue dando grandes coletazos con miras de asentar sus raíces no sólo en la institucionalidad del aparato estatal, sino también en la esfera de acción del individuo. Una vívida representación de las fuerzas esotéricas de la mano invisible de Adam Smith. El egoísmo en su máxima expresión. De este modo, la sistematicidad corrupta involucra los resortes organizacionales de algunos empresarios vinculados a la producción de libros de texto, al alimón de los servicios de una parte significativa de los sectores abiertamente mercantilistas del profesorado. Esta indignante práctica nos obliga también a parar mientes en la temática referida a la necesidad de fortalecer los mecanismos de protección al consumidor en el mercado. Respecto de ello, en el Seminario Debate en torno al Código de Protección y Defensa del Consumidor, realizado a inicios de marzo del presente año en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; Alfredo Bullard mencionó muy suelto de huesos que la regulación de las relaciones sociales en el mercado no hace sino perjudicar la transparencia y la viabilidad de la economía de un país. En la misma reunión académica el doctor Jaime Delgado, ex presidente de ASPEC, le recordó a su par que no existe en la actualidad un sistema capitalista más tendiente a la regulación que el norteamericano. ¿Es acaso ello un retorno sin retorno a la funcionalidad estatal del keynesianismo? Lo que sí queda claro es que los neoliberales han dejado de usar como mascarón de proa los postulados de John Williamson y los fementidos analgésicos del The Third Way. Hoy se lanzan al ataque de los mecanismos de control del mercado. Aún con los elevados índices de pobreza piensan que las relaciones en el mercado son exquisitamente desiguales para bien. Soñando en tándem con Gournay: “Laissez passer, laissez faire”. Por ello, no dudan en neutralizar cualquier intento de fortalecer las atribuciones del Indecopi con miras de efectivizar la lucha contra los monopolios y el abuso de las empresas ofertantes de productos y servicios.

jueves, 3 de febrero de 2011

Dictadura faraónica de Mubarak al borde del abismo.

Lima-Perú. adelantecronopio@hotmail.com http://cronopiocortazar.blogspot.com Tras la ola democrática que prendió como un potente haz de luz sobre Túnez, seguidamente comenzó en Egipto una de las mayores protestas en contra del autoritarismo que se cierne por diferentes países del Magreb. Las primeras movilizaciones tenían como objetivo rechazar las políticas gubernamentales en materia económica que golpeaban la canasta familiar. El desempleo también fue uno de los motivantes de la agitación popular. Empero, el motor de esta dinámica social tiene como correlato el endurecimiento del partido gubernamental de Egipto. Los cuadros políticos de la dictadura y la burocracia dependiente de los designios del caudillo obligan a un aislamiento de las organizaciones sociales de base, así como el ninguneo de los partidos políticos y los movimientos religiosos y civiles. Con ello, la esfera de acción del establishment autoritario se endurece. Esto permite también que la funcionalidad del aparato estatal se sostenga en los mecanismos de la corrupción monopartidista, dejando de lado a las fuerzas vivas de la sociedad, que en su mayoría forman parte de una clase media con aspiraciones democráticas. Ahora, arrinconado por la poderosa movilización popular Mubarak sólo decidió convocar a elecciones para septiembre, sin su presencia como candidato. Sin embargo, su régimen continuará teniendo una intensa labor policiaca en búsqueda de los principales líderes de la protesta. Para Mubarak ha sido un buen negocio. Hasta el mes de septiembre ostenta todavía un luengo tiempo con miras de fortalecer algunos de los resortes de su poder. Preparar una transición sin arrebatos de comisiones investigadoras que pongan en tela de juicio su dictadura perfecta de casi treinta años será uno de sus principales objetivos. Nada causa más ira en un sátrapa que la denuncia pública y el sometimiento a los fueros de la justicia. Cuidarse las espaldas será lo primero que hará el hombre fuerte de Washington en el Magreb. Como sabemos EEUU ha mostrado su preocupación respecto de los últimos acontecimientos. Pero, nada es gratuito, ya que el gobierno de Mubarak constituye para los norteamericanos, e incluso para los judíos, uno de sus principales aliados en el tablero geopolítico del Medio Oriente. Las declaraciones del vicepresidente Omar Suleiman de actuar con mano dura ante la situación de enfrentamiento entre los partidarios de Mubarak y los amplios sectores de la oposición, reflejan no sólo desesperación sino también la existencia de un temor insalvable por parte del apparatchik, la idea de que el fin se acerca cada vez más. El endurecimiento del régimen es además un guiño para el ejército egipcio y para la Casa Blanca, con miras de no perjudicar aún más sus ya deterioradas relaciones. De otro lado, la prueba de fuego para la protesta popular será el día viernes 4 de febrero cuando se produzca una movilización dirigida desde la plaza Tahrir hacia el palacio presidencial. Se medirán las fuerzas de un amplio sector de la población con las de un sector pro gubernamental sediento del clientelismo partidista. Para la movilización social anti dictatorial urge un cambio radical en la política del gobierno. Y, como primer paso para la materialización de este objetivo será necesario que el dictador Hosni Mubarak renuncie ipso facto. Qué duda cabe, una ola democrática sacude hoy el Magreb y sus consecuencias a futuro dinamizaran los primeros escenarios y discursos tendientes al fortalecimiento prospectivo de la sistematicidad política de derecho en toda el África.

miércoles, 12 de enero de 2011

Corrupción en el poder.

Lima-Perú. adelantecronopio@hotmail.com http://cronopiocortazar.blogspot.com Los especialistas en el análisis del accionar social creyeron ver como substrato de la sistematicidad política del aprismo cierta herencia del hayismo primigenio. Resuelto y combativo, muy cercano a los programas de vanguardia de las diferentes organizaciones sociales. Empero, todo ello fue tan sólo un espejismo. Los que hoy ejercen el poder en el Perú recalan como de costumbre por las dehesas discursivas del voluntarismo tremolante. Atrás quedó el ideario promovido desde las bases. Ni que decir de la antitética relación entre los sectores menos favorecidos de la población y los resortes del poder. Sin duda, los escándalos de corrupción son indicios de un ejercicio criminal de la política. Con ello, no sólo se pudre la institucionalidad, sino también se hace añicos la confianza ciudadana. La metástasis de esto es la materialización de la anomia social.