martes, 28 de octubre de 2008

EL INTELECTUAL engagé

Uno de los mayores filósofos de la historia francesa fue sin lugar a dudas Jean Paul Sartre. Intelectual de polendas que enraiza su pensamiento en la defensa de la libertad humana. Su discurso filosófico fue duramente atacado sobre todo por los sectores intransigentes del think tank kommunista. Igualmente la derecha borbónica arreció sus esfuerzos doctrinarios con miras de minar los estudios del maestro. Siempre fue tildado de revoltoso existencialista. Lo usual en los predios del conservadorismo es reducir el debate de las ideas a un mero ejercicio de ataques y componendas doctrinarias. Es por ello que Sartre fue mal visto por algunos miembros de la comunidad intelectual, ya que, jamás se aupó a las huestes del poder dominante. Muy por el contrario, siempre fue un contestatario progresista. Mayo de 1968 significó la gran prueba para el maestro. Con voz aleonada exigió mayor compromiso y solidaridad entre los trabajadores y estudiantes. Desde Nanterre hasta las usinas de la Renault las proclamas de Sartre solicitaban unidad ante la arremetida autoritaria del gaullismo. La nomenklatura gaullista adunaba los intereses de la cofradía derechista tras el triunfo bélico del 45. Como bien manifestó el sociólogo Robert Michels las sociedades son controladas por la ley de hierro de las oligarquías, es decir que el ejercicio del poder político y económico se sustenta en las decisiones políticas de las élites gobernantes. Por ello, Sartre siempre proclamó la libertad del ser humano como vía necesaria para el salto hacia adelante; rompiendo de antemano con los programas elitistas del gaullismo borbónico. Así mismo, los intelectuales debían de asumir un compromiso con los sectores populares en la búsqueda de una sociedad mejor. He allí la proficua alfaguara del ejercicio libertario del intelectual engagé, es decir del intelectual comprometido. Asumir un compromiso con los ideales del pueblo y con la causa del mismo era el inicio de la forja de un proyecto democrático con justicia y equidad.

jueves, 23 de octubre de 2008

Educación y Pedagogía

A fines del siglo decimonónico e inicios del siglo XX existía aún una frontera muy difusa entre la educación y la pedagogía, al punto de ser confundidos los diferentes espacios de su accionar. Con el impulso de la Escuela Activa y de las ideas filosóficas materialistas y positivistas se pudo consolidar una diferenciación entre ambas categorías.
La educación es considerada como un producto cultural de la sociedad humana. Es entendidad también como un fenómeno social que se ha dado desde la aparición del hombre hasta la actualidad. La educación es un fenómeno cultural que se pone de manifiesto a través de la transmisión de conocimientos de una generación a otra. El hecho educativo es desarrollado por el accionar de la sociedad humana expresada en sus diferentes conductas, soportes de su especificidad cultural.
De otro lado, la pedagogía es la ciencia que se encarga del estudio riguroso del hecho educativo. La pedagogía es el discurso científico que establece la sistematización del conocimiento educativo. Son temas abordados por la ciencia o discurso pedagógico las ideas o constructo lógico-discursivos del proceso enseñanza-aprendizaje; las corrientes de pensamiento y escuelas pedagógicas; los libros de texto, y el desarrollo de las instituciones educativas como los colegios, y de las organizaciones educativas como las APAFAS, etc.

viernes, 17 de octubre de 2008

Algunas ideas en torno a la esencia del ser en Aristóteles

Todo cuanto existe puede ser problematizado a partir de un análisis ontológico. Este ejercicio de la razón no debe descuidar ninguna de las características de las cosas. Pues el derrotero que nos permitirá explicarnos acerca del porqué de las cosas siempre lo hallaremos en las cosas mismas. Para Aristóteles el principio básico que explicaría la existencia de la realidad circundante se hallaría en la substancia. Es decir, las cosas que observamos en nuestra realidad, el ser en su totalidad puede ser determinado a partir de múltiples atributos. Éstos están referidos a cualidades y cantidades que sitúan al ser en un espacio y tiempo determinado; lo cual lo hace único. La substancia es para el filósofo de Estagira la unidad básica del ser. Todo cuanto existe sólo puede explicarse a partir de la categoría filosófica de la substancia. Ella se constituye en el núcleo generatriz y constituyente del ser. La substancia es en esencia el ser en sí mismo. Cuando el ser humano ejerce su voluntad y ejecuta determinadas conductas guiadas hacia un objetivo se estaría poniendo de manifiesto el accionar de su esencia primaria que lo hace singular en todo el cosmos. La substancia es constituyente de todo cuanto en el universo y es el soporte material y espiritual del ser humano.

Apropósito del valor de la filosofía en Bertrand Russell

A propósito de mi incursión en los insondables recovecos del jirón Amazonas me puse a cavilar en torno a la importancia de la filosofía en los avatares de mi valetudinario existir. Entre la vasta presencia de libros de autoayuda que inundan los anaqueles babélicos pude notar la existencia de un poderosísimo libro del genial Bertrand Russell, el cual aborda sus inquietudes juveniles en torno a la negación de su fe católica. De refilón recordé que tenía que presentar un informe referido al valor de la filosofía. De inmediato recordé también acerca del ‘hombre práctico’ quien según Russell se asemeja a esos autómatas de los cuales nos habla George Orwell en su libro 1984. En la actualidad para felicidad de los gurús del neoliberalismo se vive un tiempo de agitación individualista en donde el darwinismo político es el santo y seña de la mayoría de personas. ‘El hombre práctico’ es la síntesis de un materialismo ramplón que transforma al hombre en un ser dependiente de sus necesidades básicas. La existencia es la prioridad por encima de las construcciones políticas que miren hacia el futuro. En ese derrotero es importante que se asimile una ‘filosofía pragmática’ carente de sustento ontológico y con altas dosis de simplismo pecuniario. En las grandes esferas del poder ya no es importante la presencia de la filosofía, ni mucho menos la labor del filósofo. Más bien se busca socavar su trabajo con el ánimo de desvincular a las masas de la reflexión necesaria para el cambio y la transformación social. Es cierto que la filosofía trabaja con especulaciones, pues es allí donde se halla su valor. Es esto necesario de comprender con miras de viabilizar la reflexión filosófica que permita la liberación de los hombres. De este modo seremos totalmente libres, nunca a través de simplones libros de autoayuda sino a través de una adecuada reflexión filosófica que mire el conjunto de seres como una posibilidad de cambio.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Notas biográficas acerca del peruanista Philip Means.

Notas biográficas acerca del peruanista Philip Means.
Debo manifestar con cierta vergüenza mi poco conocimiento acerca de Philip Means hasta antes de que se me encargara la tarea de investigar en torno a su vida, sus trabajos y todas sus obras publicadas, ya sean en castellano o en inglés. Tras culminar mis estudios en torno a Philip Means reconozco la calidad de este ilustre peruanista que ha sabido realizar los más sorprendentes trabajos en relación a los orígenes de la cultura peruana. Ahora bien, el connotado arqueólogo e historiador norteamericano nació en la ciudad de Boston, Masachusset, el 3 de Abril de 1892. Estudió en la Universidad de Harvard donde se graduó de Bachiller en Artes. En 1914 formó parte de la tercera expedición científica de Hiram Bingham a las altas montañas del Perú, con el objeto de ampliar sus investigaciones y consolidar el descubrimiento de las ruinas monumentales de Macchu Pichu en el valle sagrado del río Urubamba, consideradas el monumento más hermoso y más completo de la civilización incaica. La mencionada expedición fue financiada y patrocinada por la Universidad de Yale y la National Geographic Society. Este trabajo de investigación sirvió para que el joven Means adquiriera un profundo amor por la arqueología y la historia del Perú. De regreso a Boston prosiguió sus estudios, obtuvo el título de Doctor en 1917 con su libro "Hístory of the spanish conquest of Yucatán". Luego, regresó a Sudamérica auspiciado por la Universidad de Yale y la National Geographic Society; viaje que repitió en 1919, recorriendo el norte de Piura, el valle de Chira y por el sur el Collao hasta Bolivia. En 1920 fue nombrado Director del Museo Nacional de Arqueología en Lima por el Presidente Augusto B. Leguía, pero desilusionado por la falta de fondos renunció un año después. Seguidamente viajó al Ecuador donde realizó expediciones a Puná vieja con Otto Von Buchwald y al austro ecuatoriano, luego siguió a México. En 1922 pasó a Europa y estudió arduamente en el Archivo de Indias de Sevilla, cambiando su interés de la arqueología por la historia. Buscando una vida más tranquila con miras de desarrollar una adecuada reflexión intelectual en 1929 se estableció en el estado de Connecticut donde compró una granja y se dedicó a escribir sus dos obras más importantes: "Fall of the Inca empire and the spanish rule in Perú" editada en 1930 y "Ancient civilizations of the Andes" en 1931. Su fama se extendió en los medios culturales de América y Europa, una serie de estudios sobre la textilería andina originó varios artículos de prensa y para revistas especializadas, muy valiosos. El año 1933 regresó al Perú por un año y fue condecorado con la Orden del Sol. Finalmente, el año 1934 viajó a Francia y a Bélgica, para luego, a partir de 1937 realizar un conjunto de viajes por Alemania, Dinamarca, Suecia, Noruega, Islandia, Bélgica y Holanda. Falleció en Boston el año 1944. El intelectual peruano Luís Eduardo Valcárcel escribió una acertada necrología a propósito de su sensible fallecimiento donde nos informa acerca de la vida y obra de este ilustre peruanista norteamericano.

martes, 14 de octubre de 2008

Las mujeres y la universidad en el contexto histórico-político de la globalización

Título de la ponencia: Las mujeres y la universidad en el contexto histórico-político de la globalización. Resumen de la ponencia: El presente trabajo tiene por objetivo analizar el accionar político y social de las mujeres en el espacio universitario, teniendo como contexto histórico el fenómeno de la globalización. Nuestra investigación comienza con un pormenorizado estudio de las luchas reivindicativas de género encabezadas por las mujeres a lo largo del siglo XX, en el Perú. Estableceremos también un nexo histórico entre el movimiento político-social de las mujeres universitarias y las movilizaciones políticas de las diferentes organizaciones populares de la sociedad. El aquilatamiento del rol protagónico de las mujeres, no sólo en la lucha por los derechos de género, sino también en los esfuerzos por materializar una sociedad más justa para todos. Por ello, las mujeres universitarias se constituyen en el eje matriz para la realización de proyectos en pro del desarrollo nacional. A partir de esta deconstrucción histórica someteremos a un riguroso análisis el accionar prospectivo de las mujeres universitarias en el contexto de la globalización. En que medida los diferentes cambios en las esferas de la política, la economía, la sociedad y la cultura global han tenido un impacto sobre el accionar político, social y académico de las mujeres universitarias del Perú. Todo con miras de establecer mecanismos de diálogo democrático entre los diferentes actores sociales y las mujeres para materializar así un irrestricto respeto de los derechos humanos, de los derechos de género y de la especificidad cultural de todos los peruanos.

sábado, 4 de octubre de 2008

El progreso científico y la deshumanización de la sociedad.

El progreso científico y la deshumanización de la sociedad. ¡Animus meminisse horret! (¡Mi alma se horroriza al recordarlo!) Esta frase latina es colocada por Virgilio en boca de Eneas al narrar los trágicos sucesos de la guerra de Troya. Es así como observo también el luctuoso devenir de la historia a lo largo de estos últimos cien años. Podemos colegir que el discurso científico ha logrado consolidarse en las diferentes esferas del aparato estatal y en la estructura sistémica de las diferentes organizaciones e instituciones sociales. Sin embargo, esta expansión de los códigos científicos ha originado un sinnúmero de problemas para la humanidad. A fines del siglo decimonónico las sociedades europeas eran conscientes de los niveles de depredación en los que recaía su aparato industrial. El imperialismo hizo suyas las comunidades de investigación científica en las universidades de avanzada. De este modo se proveyó de un ‘think tank’ capaz de elaborar los productos científicos necesarios para movilizar la tecnología nacional. La creciente demanda de un sistema industrial más flexible y menos costoso repercutió en el recrudecimiento de la crisis social, luego de generarse focos inmensos de desocupación y pobreza económica, tras los despidos masivos y la explotación inhumana. Tanto el modelo imperialista tylorista o fondista no eran sino el verdadero rostro del capitalismo salvaje donde la prioridad siempre fueron los beneficios económicos de un pequeño grupo de empresas transnacionales. Pero el siglo XX no hizo sino recrudecer y expandir aún más los conflictos de interés entre los Estados imperialistas. Así mismo, la ciencia y la tecnología tuvieron su punto culminante durante la II Guerra Mundial. Terminada la cruenta guerra pudimos comprender el significado de la sinrazón y la intolerancia. Theodor Adorno nos llegó a decir que luego de la masacre en Auschwitz era imposible hacer más ciencia, arte, y filosofía. Compartimos con Adorno la indignación de un ser humano por los sangrientos sucesos acaecidos no sólo en los campos de concentración de las hordas nazis sino también en los diferentes espacios donde se expandió el terror como Stalingrado e Hiroshima, sin embargo, esta crítica no nos puede paralizar en el ejercicio continuo del quehacer científico. Es cierto que la humanidad ha llegado a un punto sin retorno debido a la deshumanización de la sociedad como producto no sólo de los avatares de la ciencia, sino también debido al manejo político del conocimiento y la tecnología. Urge entonces un cambio global para el progreso humano de toda la sociedad.