Hemos podido observar también en el distrito de La Victoria, donde las calles se muestran tétricas y con ingentes cantidades de basura, una población que vive activamente del comercio. En su mayoría trabajan en el negocio del reciclaje. También se dedican a la venta de productos comestibles al por mayor como en el caso del mercado La Parada. La Victoria es quizás el distrito símbolo de hasta donde puede llegar el accionar de la corrupción. Desde hace mucho tiempo el hampa callejero y la corrupción de malos funcionarios han llevado al distrito a una situación caótica. Esperemos que vientos nuevos soplen en ese histórico distrito. En contraposición a lo ya mencionado podemos destacar el orden y el desarrollo del distrito de Surco. Ello se debe no sólo al empuje de sus autoridades municipales, sino también a las ingentes rentas tributarias que percibe el municipio. Sin embargo, algo realmente deplorable es la construcción de un muro perimétrico en los límites con Pamplona Alta, en el distrito de San Juan de Miraflores. Con ello la comunidad de Surco se circunscribe a las viejas tesis derechistas que planteaban una separación real de sus ricas propiedades respecto de los predios de la "despreciable chusma".
Transitando por la panamericana sur pudimos observar el circuito de playas. Así mismo, existen muchas fábricas que se han instalado en parte del antiguo valle de Lurín. La actividad agropecuaria ha disminuido ostensiblemente debido a una mayor presencia de la actividad fabril y ante el rampante crecimiento de los asentamientos humanos.
En el balneario de Asia observamos un contraste muy preocupante. En la margen izquierda de la zona se hallan las instalaciones imponentes de supermercados, discotecas, restaurantes y demás exquisiteces para el regodeo de la oligarquía limeña. De otro lado, en la margen derecha se observan las construcciones precarias de las poblaciones pobres de la zona. Como bien sentenció el sociólogo José Matos Mar en su libro Desborde popular y crisis del Estado, estamos ante la cruda presencia de los dos 'Perúes'. De un lado el Perú de los ricos y al otro extremo, el Perú de los pobres.
Estando en la provincia de Cañete podemos observar que la población tiene como actividad principal la agricultura. En el distrito de Mala se logró degustar los sabrosos potajes de la zona. Son muy exquisitos los tamales de chancho y la sopa de casa. En el distrito de Coayllo pudimos ver los contrastes entre la capital del lugar y las inmediaciones, muy áridas. También se destaca la presencia, en las estribaciones andinas, de las famosas lomas, que llegan a cubrir de vegetación parte importante de los cerros como producto de la influencia del clima y de la precipitación de las nubes estratros.
La comunidad de Uquira se constituyó en nuestro paradero final. Uquira es un centro poblado, que pertenece al distrito de Coayllo, en la Provincia de Cañete. EL 90% de su población se dedica a la agricultura. Se cultiva plantaciones de frutas y de pan llevar, frutas como; duraznos, uvas, manzana, pacae, nísperos, lúcuma, guanábana, paltas, etc. y pan llevar; arvejas, frijol, vainitas, ají, tomates, etc. Los pobladores de Uquira en su mayoría profesan la religión Católica y durante el año se celebran: el 27 de abril la festividad del Santo Patrón Santo Toribio de Mogrovejo; el 16 de Julio, celebran la festividad de la Virgen del Carmen y el 18 de Octubre la festividad del señor de los Milagros. Uquira cuenta con un Centro Educativo Nº 20216 que brinda educación Primaria. Sin embargo, se constató que la población infantil y la masa juvenil deciden estudiar en las ciudades céntricas de Lima. Hemos observado un creciente proceso de despoblación de la comunidad como producto del abandono gubernamental y por la falta de apoyo al sector agrícola, el mismo que ha duras penas sobrevive gracias al valetudinario río Omas. Otro aspecto importante a destacar es el importante potencial turístico que tiene que ser desarrollado, gracias a la presencia del complejo arqueológico inca, ubicado en las cercanías de Uquira.
La población de Uquira es muy amistosa y cálida. Las casas están hechas de adobe y algunas son de concreto. Existen dos bodegas modestamente bien aprovisionadas. Cuentan con servicios de agua y luz eléctrica. Sin embargo, aún no se ha logrado asfaltar la pista de la zona. Se hace necesario un mayor empuje por parte del Estado.
Uquira nos enseña lo invalorables que son la amistad y el trabajo comunitario. En las diferentes etapas de la historia del Perú, son los ciudadanos de a pie quienes dinamizan las estructuras del cambio y la transformación social. A ellos nos debemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario