martes, 17 de marzo de 2009

GOLPE DE TIMÓN EN EL SALVADOR

Golpe de timón en El Salvador LIMA-PERÚ adelantecronopio@hotmail.com Parafraseando al politicólogo Samuel Huntington podríamos decir que una nueva ola democrática y progresista viene sacudiendo parte importante de Latinoamérica. El triunfo electoral contundente del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) se constituye en una nueva muestra de la madurez política alcanzada por la ciudadanía de nuestros pueblos. La población salvadoreña, como parte del juego democrático, dentro del Estado social y democrático de derecho, decidió esta vez otorgarle el poder decisorio y ejecutivo al periodista Mauricio Funes del histórico FMLN. Ahora bien, según el último informe preliminar del Tribunal Supremo Electoral (TSE), el candidato del FMLN obtuvo el 51,27% de los votos, mientras que el candidato Rodrigo Ávila de la ultraderechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) sólo alcanzó el 48,73% de los votos. Sin embargo, el FMLN no logró la mayoría en el congreso. Es así que se hace necesaria una política generadora de consensos entre el poder ejecutivo y los legisladores de la Asamblea Nacional. Esto permitirá un mayor compromiso por la gobernabilidad del país entre los diferentes actores políticos y un posicionamiento mayor del establishment centroamericano en el contexto de la crisis interna de seguridad pública y en el marco del trabajo para enfrentar la crisis financiera internacional. Es así que, tras veinte años de gobierno, la ultraderecha salvadoreña comienza a liar bártulos antes de encallar en los predios de una futurible oposición belicosa e intransigente, to Reagan's wild style. Como sabemos, los acuerdos de Chapultepec, firmados por la entonces guerrilla del FMLN y el gobierno de El Salvador el año 1992 significaron un paso importante para la consolidación de la paz. Atrás quedaban los tenebrosos años del plomo en donde miles de salvadoreños se hallaron entre la espada y la pared. La violación sistemática de los derechos humanos tuvo como principales víctimas a las masas indígenas. El apparatchik del terror no consintió incluso los discursos de la oposición democrática, es por ello que asesinaron sin piedad al Arzobispo de San Salvador Oscar Arnulfo Romero. En el súmmum de la génesis del terror surge el partido ultraderechista ARENA que se transforma en el fortín de las huestes genocidas. Con el tiempo este partido de ultraderecha ha sabido adaptarse a los humores de la ciudadanía salvadoreña. Sus ingentes riquezas y los resortes de poder bajo su control le permiten pervivir en el tiempo bajo los ideales del neoliberalismo político y económico. Pero, hoy es el tiempo del FMLN. Es la hora de ejercer el poder con total transparencia y sin visos de corrupción. La lucha contra la delincuencia es uno de los problemas de mayor envergadura, lo mismo que la erradicación de la pobreza. En los próximos meses creo que el gobierno de Mauricio Funes estrechará sus lazos con todos los países de avanzada con miras de enfrentar la crisis económica. Estoy convencido que el ejercicio democrático y progresista del FMLN es la piedra de toque necesaria para el crecimiento económico y el desarrollo con justicia social de la población salvadoreña en los próximos años. Así es.

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