martes, 10 de noviembre de 2009
El hombre de derecho como activo defensor del sistema democrático.
Según Robert Dahl: “Las perspectivas de una democracia estable en un país se ven potenciadas si sus ciudadanos y líderes defienden con fuerza las ideas, valores y prácticas democráticas. El apoyo más fiable se produce cuando estos valores están arraigados en la cultura del país y se transmiten. (…) Esto es una cultura democrática que contribuye a formar ciudadanos” Aunándonos al sentir de Robert Dahl debemos hacer hincapié en rol protagónico de los abogados como ciudadanos líderes en la defensa de los ideales de la democracia. Los abogados irradian valores éticos y jurídicos los cuales son asumidos como referentes a seguir por los ciudadanos. El abogado tiene que ser conciente de su responsabilidad pedagógica en la sociedad. Así mismo, urge propiciar en la población un sentimiento de adherencia al lenguaje democrático, de tal forma que la interiorización de este discurso aglutine a todos los miembros de la comunidad. De allí, entonces, la importancia de promover una cultura democrática basada en unaeducación humanística que permita comprender, en un contexto de paz social, los objetivos y la finalidad del Estado de derecho.
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