martes, 3 de noviembre de 2009

Informe acerca del XII Congreso Nacional de Estudiantes de Educación: Ica 2009.

Lima-Perú. http://cronopiocortazar.blogspot.com “Video meliora proboque, deteriora sequor”. Esta frase latina pareciera haber sido el santo y seña de los organizadores del reciente XII Congreso Nacional de Estudiantes de Educación (CONEED), realizado en la ciudad de Ica, entre los días diecisiete y veintiuno de agosto del año en curso. El campo de Agramante en el que se desenvolvió el citado congreso no es sólo el corolario del accionar incurioso de una camarilla, sino el resultado de una total inoperancia de las instituciones encargadas de la veeduría y fiscalización del mismo. Recordemos que el fiasco de este año fue procreado en la ciudad de Iquitos, donde la praxis demagógica del “verba volant” de algunos estudiantes le otorgó un cariz casi surrealista a la propuesta de la universidad San Luis Gonzaga de Ica como nueva sede congresal. Demás está hablar acerca de los singulares ambientes utilizados para el desarrollo del evento, así como de la ausencia de algunos ponentes en los días centrales. Creo que todo ello es un aserto mondo y lirondo conocido por cada uno de los estudiantes congresistas. El problema es más profundo que todas estas verdades de marras. Tiene que ver con una total y absoluta preeminencia del factor improvisación. Queda claro que los responsables directos de este espectáculo de guiñol son los miembros de la organización. Ahora, en lo que respecta a las conferencias magistrales fue toda una interesante muestra simbólica de un circo romano. Las conferencias adolecieron del peso específico de una henchida, y a veces soberbia carga ideológica, amén de las desgañitadas voces del paroxismo partidario. Esto no quiere decir que lo político debe apartarse de la temática educativa. Muy por el contrario, el vínculo entre ambas esferas del quehacer científico debe de acortarse, al punto de desarrollar una sinergia necesaria entre sus construcciones teleológicas, la eticidad de sus proyectos y la envergadura de sus discursos vinculados a la realidad nacional. Empero, lo que se vio en Ica fue la competencia por la hegemonía partidaria de un grupúsculo de personas que por años dicen enarbolar los intereses de la masa estudiantil. Es importante señalar que a pesar de las diferencias ideológicas primó el abierto y democrático ejercicio de la praxis heurística. Obviamente el debate muchas veces dejó de ser trascendente para pasar a convertirse en un deplorable escenario de acusaciones y calumnias. Así, el ponente José Lora Cam rompió fuegos el lunes diecisiete durante la inauguración del congreso. En horas de la mañana comenzó a desarrollar su exposición intitulada Fundamentos filosóficos y epistemológicos de la educación. Con un lenguaje ciertamente acre y virulento, a veces incluso montaraz, el profesor Lora Cam comenzó a deslizar un sinnúmero de ideas vinculadas a la ontología de la praxis educativa. Desde una perspectiva marxista Lora insistió en la necesidad de un cambio profundo en las estructuras económicas y sociales de nuestro país con miras de hilvanar soluciones a la problemática educativa. Estas ideas no son nuevas ya que el talante de José Carlos Mariátegui prodigó primigeniamente las mismas hace más de medio siglo. Quizás lo más rescatable, tal vez lo único, del profesor Lora sea su flamígera y furibunda defensa del marxismo, por lo menos en tiempos de tanta hipocresía política globalizada. Es interesante su manejo de las categorías a nivel del lenguaje filosófico y en las dehesas de lo político, como correlato de la dinámica del fenómeno educativo. El profesor Lora es además un baqueano en el arte de la polémica. El congreso le permitió desplegar todo un cúmulo de adjetivos bienhadados que representan la dureza del discurso desde la resistencia. Teniendo como demiurgos las esferas de la alteridad los planteamientos de Lora ostentan una fuerza incomparable, al punto de poner en evidencia los deleznables cimientos del pensamiento único. Las tesis del marxismo pueden ser criticables, qué duda cabe. Empero, lo que le otorga singularidad a las disquisiciones de Lora son la profundidad y la transparencia de sus argumentos. Muchos de ellos pueden ser tildados de jacobinos y quiméricos. Pero, son ideas que abren un abanico de posibilidades para darle erklaren, explicación seria y novedosa a la realidad nacional. Es cierto que el profesor Lora suele desbordar en epítetos descalificando a parte importante de la clase política urbi et orbi. Sin embargo, las diatribas no son gratuitas. Siguiendo el pensamiento de Nietzsche sentenciamos que la palabra más soez y la carta más grosera son más educadas que el silencio. De otro lado, el día dieciocho hizo su aparición el señor Ollanta Humala quien desplegó todo un arsenal de conocimientos en torno a la historia y la política de nuestro país. Su ponencia se intituló Alternativas de la pobreza social y educativa. Las palabras de Humala nos hicieron recordar que estábamos próximos a una contienda electoral. Por ello, desde la otra orilla, con la ponencia denominada Políticas educativas y el proyecto educativo nacional, Lourdes Flores Nano ponía la carne en el asador el día diecinueve de agosto. Las galerías estaban desconcertadas al observar a una respetable dirigente de derecha convertida en una complaciente Estela Martínez de Perón. Parecía la reencarnación de un intelectual de la socialdemocracia. El mismísimo círculo de Frankfurt hubiese envidiado las maromas discursivas de la doctora Flores. Las líneas teóricas adquiridas en el proceso y la dinámica del conservadurismo católico, así como su apuesta por el neoliberalismo a ultranza brillaron por su ausencia. Es evidente que el cálculo político tuvo un mayor peso a la hora de transformar el escenario académico en una tribuna de propuestas partidarias, siempre con el objetivo de cooptar y canalizar la voluntad de algunos votantes. Finalmente, debemos apuntar que las demás ponencias dejaron mucho que desear. Es de triste recordación una que tuvo lugar el último día del congreso. Con su exposición el ponente de nombre Dervy Jiménez le otorgó un nuevo sinónimo al semema sofista. Por un momento creímos estar en el atrio de una iglesia administrada por Johann Tetzel. Incluso nos invadió la duda de saber si estábamos en un congreso de estudiantes o en el anfiteatro de algún yuppie adinerado siendo demolidos por los lúbricos circunloquios y los arrebatos discursivos de un arrendajo de Coehlo y Cornejo. No cabe duda que el balance general del congreso realizado en Ica, muy a mi pesar, es negativo. Sin embargo, es menester rescatar algunas exposiciones estudiantiles que generaron el debate profundo y pertinente de las ideas en torno a la problemática educativa. Así mismo, existen muchos motivos para felicitar a la población de Ica, quizás el más importante esté relacionado con el buen trato y el respeto al turista. Esperemos que los organizadores del próximo congreso, el mismo que se realizará en la ciudad de Chiclayo, tengan a bien evaluar seriamente la importancia de su trabajo, ya que de ello depende la consolidación de un proyecto discursivo desde las esferas del lenguaje académico y la praxis política.

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